Miles de personas se reunieron el pasado 25 de Marzo para despedir al Presidente de la Democracia española a las puertas del Congreso de los Diputados en Madrid, antes de su traslado a Ávila, donde ha sido enterrado en la Catedral junto a su esposa.
Algunos entre lágrimas, y otros con rostros de añoranza. El homenaje al ex presidente ha dejado ver un sentir general; el anhelo de un presidente que luche por los ciudadanos.
“Muchos no creyeron en él, pero supo transformar el sentimiento de los españoles y darnos libertad y soberanía” decía un asistente haciendo referencia a aquel “¡Qué error, que inmenso error!” publicado un 8 de Julio de 1976, tras el nombramiento de Adolfo Suárez como presidente del gobierno español.
Quizá Suárez no tuvo, en vida, el reconocimiento que mereció, o así habla el pueblo español, hoy, inmerso en el dolor de su muerte. Aunque piensan que “nunca estuvo solo”, creen que no fue consciente de haber sido querido por la multitud de la que somos ahora testigos.
Dejando a un lado ideales políticos, afirman que Suárez luchó por España y los españoles, “no se llenó sus bolsillos” y que lo más necesario hoy, es “que los demás puedan aprender de este señor”.
Valiente, honrado, luchador… Si en algo han coincidido los ciudadanos estos días, ha sido en poder señalar únicamente palabras admirables hacia quien ha sido “el mejor Presidente de la Democracia española”
Uno de los asistentes mostraba indignado "Suárez ha muerto. La TRAnsICIÓN, NO" |
No hay comentarios:
Publicar un comentario