Hace unos días tuve el placer de compartir con algunas
de mis compañeras, un trabajo de “investigación” sobre una fotografía que
tuviese algo que transmitirnos.
Muchas imágenes pasaron por nuestras manos;
Desde la denuncia a la contaminación de los océanos que es,
desde hace tiempo, mi “eterno” fondo de pantalla del ordenador. Obra de Ferdi
Rizkiyanto titulada “What lies under”.
Un homenaje a las víctimas del maremoto de Tailandia que en
2007 nos dejó una preciosa imagen que muestra un gran contraste entre la
oscuridad y la luz, la esperanza.
Una fotografía de Gervasio Sánchez fue nuestra elegida. En
ella podemos ver a Adis, un joven que en su mejor intento de apartar una mina
mientras jugaba al fútbol con sus amigos, sufrió un grave accidente cuando ésta
explotó, dejándolo ciego y desfigurando su rostro.
Adis, pudo sobrevivir a este accidente. Algunos lo llamarán
milagro, otros suerte…qué importa eso.
Poco a poco, el joven consiguió reconstruir su vida y volver
a ser feliz.
Pero yo hoy, me quedo con una de las imágenes que tocó el
corazón de Mercedes, Berta, Cristina, Paula, y el mío. Espero que lo haya hecho
en el corazón de todos los que han podido verla antes, o van a hacerlo ahora.
Quizá suene a tópico hablar del amor, pero la historia de
Marcos y Mónica no puede pasar desapercibida.
Marcos y Mónica llevaban casados 65 años y habían creado su “pequeño
mundo”, en su ciudad de Buenos Aires. A los 84 años, Mónica, fue diagnosticada
con la enfermedad del Alzheimer.
Desde entonces, Marcos, afirmando “Yo la cuido como una
princesa”, ha cuidado de su esposa en todo momento, no se ha alejado de su
lado.
Alejandro Kirchuk, nieto de la pareja, comenzó a tomar
fotografías de sus abuelos desde el inicio de su enfermedad en 2007. “Las
pérdidas de memoria eran leves al principio, a medida que la enfermedad ha
progresado, Mónica ha sido más dependiente de su esposo”.
“Never let you go” es uno de los títulos que Alejandro puso
a su serie de 6000 fotografías del matrimonio. Un fiel reflejo de que Marcos no
se alejó de su esposa en ningún momento.
Mónica falleció en Julio de 2011, al lado de su marido.
Dicen que “El Alzheimer golpea la cabeza del enfermo, y el
corazón de los familiares”. No sé si hay frase más triste a la vez que acertada
para definir esta enfermedad.
Ellos no saben quiénes somos, pero nosotros, hemos de saber
más que nunca, quiénes son ellos, la falta que les hace nuestro cariño, lo bien
que les hace una muestra de contacto, una caricia, bonitas palabras, abrazos,
besos…lo mucho que les hacemos falta nosotros.
Muchas películas han querido retratar esta preciosa
enfermedad y el auge del amor cuando ella golpea tan fuerte, “El diario de Noah”
es de mis preferidas.
El amor perdura en la adversidad, si no lo hace, quizá no
sea amor.
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